Aves del Camino Inca es un tema fascinante que atrae a numerosos entusiastas de la aventura, especialmente a aquellos que disfrutan de las caminatas al aire libre en rutas icónicas como el famoso Camino Inca hacia Machu Picchu. Más allá de su renombre y de los campamentos que conectan el KM 82 con la majestuosa ciudadela, el Camino Inca brinda una experiencia singular, enriquecida por la presencia de una asombrosa diversidad de aves que acompañan al viajero en su travesía.
Para quienes tienen el privilegio de observarlas, o simplemente perciben su compañía en el recorrido, el Camino Inca se convierte en mucho más que un simple trek hacia Machu Picchu; es también una oportunidad para los apasionados observadores de aves, quienes inevitablemente se preguntan: ¿Qué especies de aves podré encontrar en el Camino Inca?
Aves en el Camino Inca Clásico
Aves del Camino Inca a Machu Picchu, Día 1: Valles Interandinos y ribera de Río
El primer día del Camino Inca comienza con una caminata desde el Kilómetro 82 ubicado a la altura del poblado de Piscacucho. El punto de partida está situado entre valles interandinos, una región geográficamente significativa dentro de los Andes peruanos. Estos valles, caracterizados por su altitud moderada, entre 2,600 y 3,000 metros sobre el nivel del mar, presentan un ecosistema variado que combina flora de tierras altas con la influencia de la cercanía al río Urubamba. El río que acompaña a los senderistas las primeras horas en ruta, conocido como el «sagrado río de los Incas», fluye desde el este hacia el oeste, tallando profundos cañones y valles a su paso, y es un elemento clave en la formación del paisaje circundante.
Durante la caminata, atravesarás áreas de vegetación densa que incluyen matorrales nativos, bosques secos y plantaciones de cultivos tradicionales como el maíz y la papa. Este mosaico de paisajes permite la existencia de una gran diversidad de especies de aves, adaptadas a las distintas altitudes y tipos de vegetación.
Especies Destacadas:
- Colibrí Tirio: Este colibrí, con su vibrante plumaje verde esmeralda y su vuelo rápido, es uno de los primeros en darte la bienvenida. Suele verse frecuentando las flores cercanas al punto de control, aprovechando el néctar de las plantas nativas que florecen en los matorrales y árboles frutales de la zona.
- Zorzal Chiguanco: Esta ave, de plumaje gris oscuro y pecho más claro, es un habitante común de los valles interandinos. Su canto melodioso es un sonido constante a lo largo del sendero, ofreciendo una banda sonora natural al comienzo de la caminata.
- Jilgueros Encapuchados: Estos pequeños pájaros, fácilmente identificables por su cabeza negra y cuerpo amarillo, forman bandadas que se alimentan en los matorrales. Su actividad en grupo y su comportamiento inquieto crean un espectáculo de color y movimiento entre la vegetación.
El río Urubamba, que fluye a lo largo de la ruta, es un hábitat vital para varias especies acuáticas y semiacuáticas, que se han adaptado a las corrientes rápidas y a las características rocosas del río.
- Pato de los Torrentes: Este pato, conocido por su plumaje moteado de blanco y gris, se encuentra a menudo en las rocas sobresalientes del río. Su capacidad para nadar y bucear en las corrientes rápidas lo convierte en un espectáculo fascinante para los observadores.
- Pato Jergón y Pato Barcino: Estas dos especies, Jergón y Barcino, aunque menos llamativas que el Pato de los Torrentes, son comunes en las orillas del Urubamba. Sus hábitos más discretos requieren paciencia para ser avistadas.
- Mosqueros de Agua: Pequeños y ágiles, estos pájaros son vistos saltando de roca en roca cerca del agua, cazando insectos en vuelo. Su comportamiento activo los hace una vista interesante en los márgenes del río.
- Playero Coleador: Este ave migratoria, proveniente de Norteamérica, es un visitante estacional del Camino Inca. Suele encontrarse en las orillas fangosas del río, buscando pequeños invertebrados en la arena y el barro.

Parar un momento en el puente para poder observar el Pato de los Torrentes es una buena opción.
Aves Endémicas:
- Canastero de Frente Rojiza: Este pequeño habitante de los matorrales es difícil de ver, pero su canto fuerte y repetitivo delata su presencia. Se mueve entre los arbustos espinosos, y su plumaje rojizo lo hace un desafío para los observadores más atentos.
- Cola-Espina de Cresta Cremosa: Esta ave se encuentra en los arbustos bajos y a menudo anida en estructuras en forma de canasta, visibles en los árboles nativos. Su comportamiento en pareja y su distintiva cresta lo hacen un avistamiento emocionante.
- Monterita de Pecho Castaño: Con su pecho castaño y su comportamiento activo, esta especie de ave se distingue saltando entre las ramas de árboles frutales como Capulíes y Molles, donde se alimenta de insectos y pequeños frutos.

Aves endémicas que puedes observar el primer día.
Durante el primer se observan con facilidad otras especies de aves: Semilleros de Cola Bandeada, Tórtola Orejuda, Colibrí Gigante, Paloma de Ala Moteada, Pico-de-Cono Cinéreo y el hermoso y amigable Gorrión de Collar Rufo.
Consejo Práctico:
Lleva tus binoculares desde el inicio, ya que algunas de las mejores oportunidades de avistamiento se presentan cerca del punto de partida. Aprovecha el tiempo mientras el equipo de porteadores y guías se preparan para la caminata, ya que es en este momento cuando podrás observar muchas de las aves mencionadas, especialmente en las primeras horas de la mañana, cuando la actividad aviar es más intensa.
Este día no es tan exigente y no alcanzarás alturas por encima de los 3,000 m.s.n.m., por lo que la flora no cambia mucho. Aun así, los hábitats que encontrarás son especiales y no los volverás a ver en ningún otro punto del recorrido. Antes que llegues al primer campamento, siempre fíjate en el cielo porque puede que algún ave de presa como un Aguilucho Variable o un Cernícalo Americano estén perchados en un cable o sobrevolando en busca de una presa.
Aves del Camino Inca a Machu Picchu, Día 2: Ascenso a la Puna
El segundo día del Camino Inca es uno de los más desafiantes debido al notable ascenso hasta los 4,200 metros sobre el nivel del mar, llegando al punto más alto de la ruta, conocido como el Abra Warmiwañusca. Durante este tramo, te adentrarás en un ecosistema de puna, un tipo de paisaje altoandino caracterizado por su vegetación baja y dispersa, compuesta principalmente de Ichu (un tipo de paja andina), musgos y líquenes. Este ecosistema, aunque aparentemente inhóspito, es hogar de varias especies adaptadas a las duras condiciones de la altitud, donde las temperaturas pueden bajar considerablemente y el oxígeno es más escaso.
Tendrás oportunidades de observar aves interesantes, al despertar es posible que un Rayo-de-Sol Brillante o un Colibrí de Cola Larga Negra o Verde visiten los arbustos o flores cerca a las carpas. A medida que asciendes, notarás la disminución de la cobertura arbórea, siendo los árboles de Queuña y Unca los últimos en aparecer antes de que el paisaje se transforme por completo en el dominio del Ichu. La fauna aviar en esta región es igualmente resistente, adaptada para sobrevivir en estas condiciones extremas, notarás que el Ichu y algunos arbustos cortos son predominantes y te dan la oportunidad de encontrar al Cucarachero Sabanero, Cachirlas del Páramo y la impresionante Estrella Andina.
Especies Destacadas:
- Pinchaflor Bigotudo: Este pequeño y colorido pájaro, también conocido como el «Pinchaflor de Bigotes Blancos», es fácil de reconocer por las plumas blancas que se extienden como bigotes desde su rostro. Se alimenta principalmente de insectos que captura en las flores bajas de la puna.
- Churrete de Ala Crema: Este pájaro, de plumaje marrón claro y alas con manchas cremosas, es un habitante común de las zonas de puna. Se lo puede ver moviéndose rápidamente entre las piedras y los pequeños arbustos, en busca de insectos y otros invertebrados.
- Tiranillo de Garganta Blanca: Esta discreta ave es un maestro del camuflaje, saltando sigilosamente entre las ramas de los árboles de Queuña. Su pequeño tamaño y comportamiento reservado lo hacen un desafío para los observadores.
- Rayo-de-Sol Acanelado: Este colibrí endémico de los Andes destaca por su plumaje acanelado y un parche de plumas blancas en el pecho, que brillan intensamente al capturar la luz del sol. Este avistamiento es un verdadero premio para quienes logran verlo, dado lo inhóspito del entorno.
- Tapaculos de la Puna: Aunque difíciles de ver debido a su pequeño tamaño y color marrón apagado que se mezcla con el paisaje, los tapaculos son inconfundibles por su canto fuerte y repetitivo. Estos pájaros suelen esconderse entre los matorrales bajos, lo que hace de su observación un verdadero reto.

Picaflores de la ruta
El Gran Avistamiento: Cóndor Andino
Al alcanzar la cima del Abra Warmiwañusca, serás recibido por una de las vistas más espectaculares del Camino Inca: el vasto paisaje andino extendiéndose en todas direcciones. Aquí, con suerte, podrás observar el majestuoso vuelo del Cóndor Andino, el ave voladora no marina más grande del mundo, con una envergadura que puede superar los 3 metros. Estos gigantes del cielo aprovechan las corrientes térmicas ascendentes para planear a grandes alturas, ofreciendo un espectáculo inolvidable.

Habitat llamado tree-line-forest. El Ichu es predominante junto con pequeños arbustos.
Descenso a un Nuevo Ecosistema:
Tras cruzar el punto más alto, el paisaje comienza a descender y cambia notablemente. A medida que bajas hacia el segundo campamento, la vegetación se hace más densa nuevamente, con arbustos más grandes y un retorno gradual de árboles como la Queuña y el Chachacomo. Este cambio de ecosistema trae consigo una nueva variedad de aves:
- Pinchaflor Enmascarado: Un colibrí pequeño con una distintiva máscara negra que revolotea alrededor de las flores a lo largo del camino, mostrando su habilidad para maniobrar en la vegetación más densa.
- Azulito Altoandino: Esta ave, con su plumaje azul brillante, es una vista común en esta zona, moviéndose rápidamente entre los arbustos mientras busca insectos y pequeños frutos.
- Ala-Zafiro Grande: Un colibrí de mayor tamaño, conocido por el brillo metálico de sus plumas que resplandece cuando vuela bajo la luz del sol. Es una de las especies más llamativas que puedes encontrar durante el descenso.
Al Anochecer:
Al llegar al segundo campamento, te encontrarás rodeado de la tranquilidad de los Andes al anochecer. Presta atención al canto del Chotacabras de Cola de Ahorquillada, un ave nocturna cuyo sonido es característico en estas alturas. Aunque no es común que los turistas la busquen activamente, su canto es una melodía que acompaña las noches en este remoto lugar, ofreciendo un final perfecto para el segundo día en el Camino Inca.

Dos especies de Chotacabras presentes a lo largo del Camino Inca.
Aves del Camino Inca a Machu Picchu, Día 3: la Diversidad en el Bosque Húmedo
Especies Destacadas:
- Tororoi Ondulado: Este pájaro pequeño y discreto es uno de los primeros en cantar al amanecer, marcando el inicio del día en lugares como Pacaymayo y Sayacmarca. Su canto profundo y resonante resuena en la niebla, creando una atmósfera mágica. El tororoi es un ave terrestre que prefiere moverse entre la hojarasca del suelo del bosque, lo que lo hace difícil de avistar.
- Tangara de Montaña de Vientre Escarlata: Con su vibrante vientre rojo, esta tangara es una de las joyas del bosque nuboso. Se mueve ágilmente entre las ramas medias y altas, en busca de insectos y frutos, y su colorido plumaje la convierte en un espectáculo visual.
- Tangara de Collar Dorado: Esta tangara se distingue por su collar dorado brillante que contrasta con su plumaje oscuro. Es muy activa y se la puede ver buscando comida en las copas de los árboles, a menudo acompañada de otras tangaras.
- Tangara Rufa y Amarilla: Con una combinación de plumaje rojo y amarillo, esta especie añade un toque de color vibrante al ya verde paisaje del bosque nuboso. Es común verla en bandadas, moviéndose entre los árboles en busca de insectos.
Algo que marca lo importante y especial en este día es definitivamente la presencia del bambú del género Chusquea y el ecosistema del bosque nuboso que proporciona refugio y alimento a algunas de las aves más difíciles de observar:
- Tororoi de Urubamba: Esta ave endémica es pequeña y suele moverse sigilosamente entre el denso bambú. Su canto agudo y repetitivo es más fácil de detectar que el propio pájaro, que rara vez se deja ver entre la vegetación.
- Tapaculo Diademado: Con un plumaje marrón y blanco, este tapaculo se mueve entre el follaje bajo y espeso, usando su coloración para mezclarse con el entorno. Su comportamiento reservado lo convierte en un desafío para los observadores.
- Tapaculo Trinador: Similar al Tapaculo Diademado, pero con un canto más prolongado y melódico, este pájaro se esconde en los rincones más oscuros del bambú, donde raramente sale a la vista.
- Cola-Espina de Marcapata: Este pájaro, con su distintiva cola larga y plumaje marrón, es un habitante típico del bambú. Su comportamiento de forrajeo incluye la construcción de nidos ocultos entre las cañas de bambú, lo que lo hace aún más difícil de localizar.
En las tardes, a medida que la neblina comienza a despejarse ligeramente, es común ver bandadas mixtas de aves que recorren el bosque en busca de alimento. Estas bandadas incluyen una variedad de especies, como tangaras, trepatroncos y atrapamoscas, que se mueven en grupos por el dosel, forrajeando en diferentes niveles del bosque. Este comportamiento de forrajeo colectivo no solo aumenta las oportunidades de encontrar alimento, sino que también ofrece protección contra depredadores.
Especies Nocturnas al Anochecer:
Al llegar al tercer campamento, estarás rodeado de la tranquilidad del bosque nuboso al anochecer. Dos especies nocturnas son particularmente notables en este entorno:
- Chotacabras de Vientre Rufo: Este chotacabras es conocido por su vuelo silencioso y su canto nocturno, que a menudo es confundido con el sonido de un murciélago. Su vuelo bajo y zigzagueante lo convierte en una presencia intrigante en la penumbra.
- Lechuza de Garganta Blanca: Aunque esta ave rara vez se deja ver, su ulular es inconfundible y marca la presencia de esta misteriosa ave en los alrededores del campamento. Esta lechuza suele mantenerse en las partes más densas del bosque, emergiendo ocasionalmente para cazar pequeños mamíferos e insectos.
Aves del Camino Inca a Machu Picchu, Día 4: Bosque pre-montano y Machu Picchu
El cuarto día del Camino Inca es, sin duda, el más gratificante para la observación de aves. A medida que te acercas a Machu Picchu, la altitud desciende y te adentras en un bosque pre-montano, un ecosistema de transición entre los Andes y la Amazonía. Este tipo de bosque, que se encuentra por debajo de los 2,600 metros sobre el nivel del mar, se caracteriza por una vegetación exuberante, rica en diversidad y colorido. Los árboles son altos y densos, cubiertos de musgos, bromelias y orquídeas, y el ambiente es cálido y húmedo, ofreciendo condiciones ideales para una gran variedad de especies de aves.
Este entorno, con su densa vegetación y su proximidad a la famosa ciudadela de Machu Picchu, crea un escenario perfecto para observar algunas de las aves más espectaculares y emblemáticas de la región. La caminata es más relajada, lo que permite disfrutar plenamente de la riqueza natural que te rodea.
Especies Destacadas:
- Cucarachero Inca: Este pequeño y activo habitante del bosque pre-montano es fácil de escuchar gracias a su canto melodioso, que resuena durante todo el día. Se mueve rápidamente entre el bambú Chusquea y otras plantas bajas, especialmente alrededor de Machu Picchu, donde es común verlo saltando entre las ramas en busca de insectos.
- Quetzal de Cabeza Dorada: Una verdadera joya del bosque, el Quetzal de Cabeza Dorada es difícil de detectar debido a su hábito de permanecer quieto y bien camuflado entre el follaje. Sin embargo, su plumaje verde esmeralda y dorado lo hacen inconfundible una vez que lo ves, ofreciendo uno de los avistamientos más preciados del Camino Inca.
- Gallito de las Rocas: El ave nacional del Perú es conocida por su impresionante plumaje rojo brillante y sus alas negras. A menudo considerado el «recluso» de la selva, se puede observar en los tramos finales del Camino, cerca de Machu Picchu, donde se desplaza entre las ramas bajas y los matorrales. Su despliegue de cortejo es un espectáculo visual inolvidable para aquellos afortunados que lo presencian.
- Golondrinas Azules y Blancas: Estas aves son una presencia constante en el cielo del bosque pre-montano, volando con serenidad en grupos que atraviesan los claros del bosque. Sus plumas azuladas y blancas brillan a la luz del sol mientras se posan en cables y ramas expuestas.
- Vencejos de Collar Castaño: A menudo, estas aves, se ven volando a gran velocidad junto a las golondrinas, pero su vuelo es más rápido y ágil, lo que les permite capturar insectos en pleno vuelo. Estas aves se destacan por su velocidad y precisión, ofreciendo un espectáculo aéreo fascinante.
La Familia de las Tangaras:
El cuarto día del Camino Inca ofrece las mejores oportunidades para observar a la familia de aves más colorida del planeta: las tangaras. Estas aves, con sus plumajes brillantes y variados, se mueven en grupos mixtos, alimentándose de frutos e insectos en las copas de los árboles y en las ramas medias del bosque. Algunas de las especies más notables que puedes encontrar incluyen:
- Tangara Azuleja: Con su plumaje azul brillante, es una de las tangaras más comunes, pero no por ello menos impresionante. Se le ve frecuentemente en grupos, revoloteando entre los árboles en busca de alimento.
- Tangara de Garganta Plateada: Esta especie se distingue por su garganta plateada y su cuerpo verde, creando un contraste deslumbrante. Es una de las tangaras que más a menudo se encuentra en las bandadas mixtas.
- Tangara de las Palmeras: Con un plumaje multicolor que incluye tonos verdes, azules y amarillos, esta tangara se encuentra alimentándose principalmente de frutas, siendo una de las más coloridas del bosque.
- Tangara de Nuca Dorada: Como su nombre indica, esta tangara tiene un parche dorado en la nuca que resalta sobre su plumaje verde oliva. Es una especie que prefiere las áreas más abiertas del bosque, donde busca frutas en las ramas altas.
Todas estas especies suelen agruparse en busca de frutos e insectos que puedan encontrar. Estas especies se agrupan en bandadas mixtas, creando un espectáculo de color que es un deleite para los observadores. Mientras avanzas hacia Machu Picchu, estas bandadas pueden ser observadas moviéndose en conjunto a lo largo de la ruta, ofreciendo una oportunidad final para disfrutar de la rica avifauna que el Camino Inca tiene para ofrecer.

Observar al Gallito de las Rocas y Quetzales en la ruta puede inclusive quedar mas grabado en tu memoria que la caminata.
Si es que ya sabes cuando visitar el Camino Inca pero aún no encuentras una buena compañia de trek, te recomendamos visitar estos dos enlaces siguientes:Inkayni Peru Tours y Waman Adventures.
Las aves del Camino Inca son diversas, coloridas e importantes, pero en muchas ocasiones pasan desapercibidas e infravaloradas. Pero tal vez el problema no radica en el turista debido a que muchas compañías que operan el Camino Inca a Machu Picchu trabajan guías que no son capacitados en todo aspecto. Miles de guías de turismo saben todo sobre historia y cultura, pero es el aspecto natural como las aves los cuales no son interés para varios de ellos. Te recomiendo siempre elegir una buena empresa, y si tienes dudas y te interesa las aves, estoy seguro de que una buena empresa podrá ofrecerte un líder que te haga disfrutar el Camino Inca de una forma diferente.